“Pedido a Dios” Líder de Israel durante el crítico período de transición entre los jueces y la monarquía, y primer reformador religioso después de Moisés. Se le llama el último de los jueces (1 S 7.15; Hch 13.20) y el primero de los profetas (Hch 3.24). Fue hijo de Elcana, levita de la familia de Coat, de la casa de Izar, que descendía de Zuf (1 Cr 6.23ss) que vivía en el monte de Efraín (nordeste de Jerusalén), y de Ana, una mujer esteril, quien había pedido fervientemente a Dios un hijo. A tierna edad fue llevado al tabernáculo en Silo y presentado al sacerdote Elí, quien lo crió (1 S 1 y 2). Samuel vivió durante un período de dura crisis en Israel. Los jueces eran cada vez más incapaces de unir a la nación. Cuando Elí y sus perversos hijos murieron, Samuel todavía era demasiado joven para dirigir al pueblo. Los filisteos capturaron el arca, destruyeron Silo y dominaron la parte sur de Israel. No fue sino veinte años más tarde que Dios levantó a Samuel para encabezar...
14 Estaba Jesús echando fuera un demonio, que era mudo; y aconteció que salido el demonio, el mudo habló; y la gente se maravilló. 15 Pero algunos de ellos decían: Por Beelzebú, príncipe d e los demonios, echa fuera los demonios. 16 Otros, para tentarle, le pedían señal del cielo. 17 Mas él, conociendo los pensamientos de ellos, les dijo: Todo reino dividido contra sí mismo, es asolado; y una casa dividida contra sí misma, cae. 18 Y si también Satanás está dividido contra sí mismo, ¿cómo permanecerá su reino? ya que decís que por Beelzebú echo yo fuera los demonios. 19 Pues si yo echo fuera los demonios por Beelzebú, ¿vuestros hijos por quién los echan? Por tanto, ellos serán vuestros jueces. 20 Mas si por el dedo de Dios echo yo fuera los demonios, ciertamente el reino de Dios ha llegado a vosotros. 21 Cuando el hombre fuerte armado guarda su palacio, en paz está lo que posee. 22 Pero cuando viene otro más fuerte que él y le vence, le quita toda...
P odemos decir de manera sencilla que un sacrificio es la totalidad de todo aquello que se ofrece a Dios. Sin embargo debemos considerar que la adoración ofrecida a Dios hecha por el hombre siguiendo doctrinas humanas es vana Mateo 15:8,9, pues demuestran los que tal así ofrecen que aman más sus innovaciones que lo que Dios realmente quiere. Pero si guardamos en nuestro corazón los mandamientos de Dios, y ofrecemos sacrificios conforme a su palabra, entonces nuestra adoración será una adoración aceptable, porque estaremos ofreciendo a Dios una adoración no solamente hecha conforme sus mandamientos, sino que también hecha de tal manera que a él le agrada, consideremos Levíticos 22:29 “Y cuando ofreciereis sacrificio de acción de gracias a Jehová, lo sacrificaréis de manera que sea aceptable”. Al adorador bajo la ley de Moisés, no solamente se le indicó lo que debía ofrecer (Lev. 7:12-15) sino que también se le indicó que su ofrenda debía ser hecha de “manera que sea a...
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